Ponerse moren@ significa que nuestra piel y nuestro cuerpo se están oxidando ☀️, y la oxidación es sinónimo de envejecimiento… ¿Pero existe alguna forma de ponerse moreno de forma saludable? No, no hay una forma real de conseguir un moreno saludable.
La radiación solar tiene efectos realmente positivos en nuestro cuerpo, ya que una de sus principales funciones es que ayuda a estimular la producción de vitamina D, entre otras funciones vitales. Sin embargo, la prolongada exposición a los rayos ultravioleta conlleva consecuencias negativas, como quemaduras cutáneas, hiperpigmentación, envejecimiento de la piel e incluso cáncer.
Siempre hablamos de la importancia de utilizar protección solar durante todo el año para proteger a nuestra piel de los rayos UV, el envejecimiento, las manchas y, lo que es más importante aún, el cáncer de piel.
Es cierto que a muchos les gusta lucir un tono de piel bronceado, sobre todo en verano. Sin embargo, la salud es mucho más importante y debemos ser conscientes de los peligros que supone la exposición excesiva al sol.
Hay que tener en cuenta el tipo de piel de que tenemos, ya que algunas son más sensibles que otras. Por ejemplo, las personas de cabello rojizo o rubio tienen una baja capacidad para resistir la radiación solar, mientras que los castaños muestran una tolerancia normal. Por otro lado, aquellos con tonalidades morenas o pieles oscuras tienden a ser más tolerantes.
Independientemente del tipo de piel y del momento del día en que nos expongamos al sol, el uso de protectores solares es imprescindible. La protección solar ayuda a prolongar la tolerancia a los rayos solares, aunque no eliminan al 100% los efectos del sol sobre la piel, por lo que la exposición debe de ser siempre controlada.
Es fundamental recordar que los protectores solares deben aplicarse para protegerse de los daños causados por la radiación ultravioleta. Se debe prestar atención a las áreas del cuerpo expuestas al sol, ya que son las que requieren una protección especial. Todas las partes expuestas al sol deben estar cubiertas con protector solar. Y recordar que la cara no es negociable, en la cara hay que ser estrictamente cuidadosos porque al final es nuestro reflejo y el sol es lo que más nos envejece.
Los momentos más adecuados para tomar el sol de forma segura son por la mañana, entre las 9 y las 12, y por la tarde, a partir de las 5, cuando los rayos solares inciden de manera perpendicular y el riesgo de quemaduras es menor. Recomendamos tomar 15 minutos de sol para sintetizar vitamina D o que nos dé el sol cuando vamos por la calle es suficiente y siempre con protección solar.
¿Qué significa realmente broncearse?
Cuando te pones más moreno, en realidad tu piel está tratando de protegerse. Dentro de tu piel, hay células llamadas melanocitos, unas células que producen melanina encargada de absorber la radiación ultravioleta. Cuando esos rayos empiezan a hacerle daño a tu piel, las células le avisan a los melanocitos para que produzcan más melanina y te protejan mejor.
Así que, cuando tu piel se broncea, volviéndose oscura, lo que realmente ocurre es que se está protegiendo contra el daño celular. Pero si te pasas mucho tiempo al sol, tus células pueden dañarse demasiado y terminarán inflamándose y enrojeciéndose, lo que conocemos como quemaduras solares.
Además, esos rayos solares pueden causar otros problemas a largo plazo. Pueden dañar el ADN de tus células y hacer que se produzcan más radicales libres, oxidando nuestra piel, dañando. Si este daño no se arregla, aumenta la posibilidad de tener problemas graves, como cáncer de piel.
¿Cómo actúan los rayos ultravioleta?
Los rayos ultravioleta, conocidos como UV, tienen diferentes efectos dependiendo de su tipo. Se pueden clasificar en UVC, UVB y UVA según su longitud de onda.
Los rayos UVB, que son de onda corta, y los rayos UVA, de onda larga, son capaces de llegar a la piel a través de la atmósfera terrestre y causar daños importantes. Los UVB son responsables de broncear la piel y causar quemaduras rápidamente. Mientras tanto, los UVA, aunque no causan quemaduras fácilmente, penetran más profundamente en la piel y pueden dañar el tejido conectivo debajo de la superficie. Este daño conduce al envejecimiento prematuro y a la formación de arrugas, afectando al tono de la piel. Es esencial protegerse de ambos tipos de rayos UV para mantener la salud de la piel y prevenir daños a largo plazo.
Recomendación de productos:
Para una protección completa, recomendamos dos productos clave:
- Sol 360 Antioxidante, Antiedad y Protectora Suplemento alimenticio: Este suplemento ofrece una protección interna gracias a su rica composición a base de 12 ingredientes naturales, que incluyen plantas, vitaminas, enzimas y bioflavonoides. Cuidarse desde dentro es fundamental para combatir los efectos del sol y el envejecimiento prematuro de la piel.
- Cualquiera de nuestras cremas solares de muy alta protección: Esta crema proporciona una protección externa indispensable. Con beneficios como la protección del fotoenvejecimiento, la reducción de arrugas en cara, cuello y escote, la prevención de manchas, y su acción hidratante, antiarrugas y antiedad, es un producto imprescindible para mantener la piel saludable y radiante.
Importancia de la protección solar
La protección solar es esencial para prevenir el envejecimiento prematuro de la piel y protegerla de los daños causados por la exposición al sol. Utilizar protectores solares adecuados y cuidar la piel desde dentro con suplementos como Sol 360 Antioxidante, Antiedad y Protector, son pasos clave para mantener la piel saludable y combatir los efectos negativos del sol. No olvides evitar la exposición prolongada al sol y proteger siempre la cara, ya que esta área es especialmente susceptible al envejecimiento.
En resumen, es importante recordar que no existe una forma saludable de obtener un bronceado. El bronceado es, una respuesta de defensa de la piel frente a la exposición al sol, pero no deja de ser un signo de daño en la piel. Priorizar la protección solar, tanto interna como externa, es fundamental para mantener una piel saludable y prevenir el envejecimiento prematuro, las quemaduras solares y los riesgos más graves como el cáncer de piel. Recuerda, cuidar tu piel es un acto de amor propio que debes practicar siempre.